Mujer de 35 años. Dos partos vaginales. Acude a nuestra consulta , tras revisión con ginecólogo, por incontinencia urinaria al esfuerzo, además de una hiperactividad vesical (frecuencia miccional muy elevada) que le impedía realizar su actividad laboral con normalidad además de afectar a su calidad de vida.
En ginecología, le recomiendan realizar intervención quirúrgica; ella debido a sus conocimientos en el tema, fisioterapeuta de profesión, decide probar antes con fisioterapia de suelo pélvico.
Una vez valorada en primera consulta, presentaba un tono muscular 1 en la escala Daniels. Era incapaz de especificar la cantidad de veces que iba al baño, y sufría perdidas de orina cogiendo pesos, o simplemente cambiando de posición.
Este era un claro caso de incontinencia urinaria que incapacitaba para el desarrollo de su vida cotidiana.
La paciente ha recibido nueve sesiones de fisioterapia. Las seis primeras transcurrieron con una frecuencia de una vez por semana, en la que realizamos electroestimulación del tibial posterior, ejercicios de fortalecimiento de la musculatura abdomino-pélvica, además de marcar pautas en sus actividades de la vida diaria.
Después de la cuarta sesión de electroestimulación del tibial posterior conseguimos normalizar la frecuencia miccional a 7 veces durante el día y una o ninguna por la noche.
Tras cinco sesiones más, conseguimos un tono muscular de 4, desapareciendo totalmente la incontinencia, permitiendole esto a la paciente realizar su vida con total normalidad (hacer deporte,bailar, coger en brazos a sus hijos,etc) y lo mas importante evitar la INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA.
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